- El 6to encuentro de la Alianza Latinoamericana Anticontrotrabando (ALAC) inició este 29 de septiembre de 2021 en Quito y continuará hasta el jueves 30.
- El contrabando en la región significa al menos USD 210.000 millones anuales de productos ilegales.
El primer día del 6to Encuentro de la Alianza Latinoamericana Anticontrabando (ALAC), que se realiza en Quito, fue un espacio para ayudar a los países a enfocar y coordinar esfuerzos para fortalecer la lucha contra el comercio ilícito. Además, se analizaron los aprendizajes que ha dejado la pandemia del Covid-19 en la implementación de tecnologías y nuevos procesos en el control aduanero, fronterizo y sanitario.
En el evento participaron representantes del sector empresarial, aduanero y académico de Colombia, Brasil, Honduras, República Dominicana, Costa Rica, Perú, Estados Unidos, Guatemala, Panamá, Chile, Bolivia y Ecuador.
“El contrabando, por los empleos que elimina y sus efectos adversos a la economía y a la sociedad, puede ser una pandemia igual o peor que el Covid-19”, manifestó Pablo Zambrano Albuja, presidente ejecutivo de la Cámara de Industrias y Producción (CIP) en la bienvenida del foro.
El ministro de Producción, Comercio Exterior, Inversiones y Pesca, Julio José Prado, asistió a la inauguración del encuentro y señaló que el Ecuador se ubica en el puesto 60 de 84, según el Índice del Entorno Global del Comercio Ilícito elaborado por la revista The Economist y la Transnational Alliance To Combat Illicit Trade. Por lo que felicitó la realización del encuentro de la ALAC para fortalecer las alianzas público-privadas para combatir este delito.
En el encuentro además estuvo presente Robert Pittenger, exrepresentante del congreso de EE.UU., quien manifestó que el contrabando impacta en los ingresos de todos los países y hay que trabajar desde una perspectiva regional y de cooperación contra este crimen. En el último estudio de incidencia global de la OCDE, el comercio internacional de mercancías ilícitas alcanzó los USD 464 billones en 2019, lo que representa el 2,5% del comercio mundial, con un impacto perjudicial sobre distintos sectores como textiles, medicamentos, bebidas y alimentos, tabaco, entre otros.
Pittenger hizo un llamado para fortalecer el uso de la tecnología para rastrear el comercio ilícito con los softwares adecuados y el trabajo integrado entre las aduanas.
Según la ALAC, que representa a 15 países de América Latina, el contrabando en la región significa al menos unos USD 210.000 millones al año en productos ilegales. “El comercio ilícito es parte de un ecosistema criminal que daña a toda la sociedad”, señaló Ana Linda Solano, consultora en economías ilegales en América Latina, Colombia.
En el primer panel del día sobre la Articulación del sector privado para el fortalecimiento de la legalidad, se obtuvieron algunas conclusiones como la necesidad de fortalecer el trabajo público – privado para la capacitación de agentes aduaneros, de crear mecanismos eficientes para denunciar el comercio ilícito y se propuso la creación del observatorio del comercio ilícito.
También se analizaron los retos para el control aduanero durante la pandemia del Covid-19. Se concluyó que los procesos de digitalización y de eliminación tramitología generaron mayor simplicidad, facilidad y eficiencia para el control aduanero. Otra lección importante es que la interconexión a nivel interno y externo de las oficinas aduaneras permitió controlar mejor el comercio de insumos médicos en época de pandemia.
La jornada concluyó con mesas de trabajo para analizar acciones para combatir el comercio ilegal en sectores específicos como textiles, cigarrillos, licores, metalmecánica, farmacéutico y alimentos.
En el caso de cigarrillos, la incidencia del comercio ilícito es del 79% en Ecuador y 34% en Colombia, dijo Silvia Barrero, Vicepresidente de Asuntos Corporativos de las Afiliadas de Philip Morris International en el Cluster Andino. “La problemática no es sólo local e interna, es creciente cómo estas actividades han permeado las zonas de frontera convirtiéndose en un problema transnacional, en donde, insisto, la colaboración entre las distintitas autoridades competentes de país a país cobra gran relevancia. La Alianza Latinoamericana Anticontrabando es un espacio que nos permitirá establecer acuerdos y construir un plan de trabajo claro, colaborativo y auditable por todas las partes”, concluyó Barrero.
Este jueves, el encuentro continuará con paneles sobre buenas prácticas en la medición del fenómeno del comercio ilícito, fortalecimiento del comercio internacional legal, el papel de las Zonas Francas, entre otros temas.
Con los compromisos de este encuentro, se firmará el manifiesto de Quito para la efectiva erradicación del comercio ilícito.
Ver el extracto de la rueda de prensa