“Hay varios políticas y acciones que lamentablemente demuestran que se mantiene el modelo económico de la década pasada: no existe un plan económico a largo plazo; la política fiscal se mantiene por encima de la
política productiva; existe un enfoque parcial del equilibrio externo; se usan las reservas del Banco Central para financiar problemas fiscales y el gasto público es financiado con deuda; se sigue atentando contra la competitividad, etc.
Actualmente, el nivel de cobertura de las reservas internacionales sobre las reservas bancarias es el más bajo de la última década: 46%. Esto quiere decir que el deficit fiscal pone en riesgo la sostenibilidad del sistema financiero.
Hay que refrescar ideas y tomar decisiones distintas. La solución a los problemas de balanza de pagos viene dada por más exportaciones y más inversión extranjera directa. Incrementar aranceles no es el camino, ya que un 45% de las importaciones son insumos, materias primas y bienes de capital. Es positivo que el Ministerio de Comercio Exterior anuncie negociaciones para un acuerdo con Estados Unidos. Aspiramos a que la política fiscal no entorpezca este proceso.
La mejor forma de apoyar a la producción nacional es mejorando su competitividad. Mientras por un lado se hace un anuncio de la reducción de tarifas eléctricas, es preocupante que se incremente el precio del diésel para la industria en cerca del 11% con relación al año pasado”.