La estructura laboral rígida y los grandes problemas socioeconómicos del Ecuador frenan la creación de nuevos empleos en condiciones adecuadas. La Federación Nacional de Cámaras de Industrias del Ecuador (FNCIE) encontró que existen cuatro brechas en las que se deben trabajar para mejorar las condiciones de empleabilidad.
Un primer paso para ello fue el evento de construcción de la Agenda de Empleabilidad, como motor de la competitividad, realizado el 14 de septiembre pasado en Quito. Allí, Ana Cristina Avilés, directora técnica de la Cámara de Industrias y Producción, presentó las grandes cifras que reflejan la problemática del mercado laboral ecuatoriano en términos de género, edad, territorio y habilidades. Al mismo tiempo varias empresas expusieron sus iniciativas para reducir estas diferencias.
Las mujeres enfrentan grandes retos para acceder a un empleo
“El 70% de la población inactiva (que no busca empleo) son mujeres, y de esas dos terceras partes están en la inactividad porque son amas de casa”, dijo Avilés. Hay otro gran grupo de mujeres que por sus diferentes necesidades trabajan sin beneficios legales y percibiendo menos ingresos que sus pares hombres. La brecha salarial entre hombres y mujeres es del 20% en promedio.
Sin embargo, Gabriela Dueñas, gerente de Desarrollo Organizacional de Banco Pichincha, comentó sobre su programa “Ser, impulso mujer” mediante el cual ofrecen soluciones de financiamiento, desarrollo profesional y familiar a mujeres dentro y fuera de la empresa.
En Corporación Quiport también se promueve el desarrollo de la mujer en roles tradicionalmente asumidos por hombres, contó Alcira Enríquez, Gerente de Talento Humano. La compañía ahora cuenta con mujeres bomberas aeronáuticas, mujeres en operación de plataforma, mujeres conductoras de buses de aeropuerto, entre otros.
En la misma línea, Cristina Granda, Jefe de Desarrollo Humano y Cultura de Imptek, explicó que la igualdad de género se aplica de manera transversal en la empresa, sobre todo impulsando perfiles femeninos en la industria de la construcción.
Los jóvenes, un grupo vulnerable en el mercado laboral
En el evento de la FNCIE participó Santiago Quezada, líder estudiantil de la Universidad Central del Ecuador. Él manifestó que de todos los problemas que atraviesa el país, “los jóvenes siempre son los más afectados”. Su visión no está lejos de la realidad. La Directora Técnica de la CIP indicó que 9 de cada 10 jóvenes empleados no cuentan con seguro social. A esto se suma que 5 de cada 10 jóvenes que estudian y trabajan a la vez lo hace en condiciones de informalidad.
El rol de la empresa y de la academia son fundamentales para lograr que las condiciones educativas y laborales puedan verse fortalecidas. Nestlé es un ejemplo. Ligia Pineda, vicepresidenta de Recursos Humanos, contó que lo hacen desde hace 10 años desde la iniciativa Nestlé por los jóvenes que promueve pasantías, ferias de empleo y apoyo a emprendimientos.
Por su parte, Rubén Salazar, gerente corporativo de Corporación Favorita, explicó que consientes de la necesidad de mano de obra joven y calificada, esta empresa ecuatoriana contrata jóvenes sin considerar su experiencia con pasantías profesionales para que se desempeñen en diferentes áreas de la compañía.
Una política similar implementa Arca Continental. Juan Pablo Cordero, gerente de Capital Humano, señaló que cuentan con un programa de formación para jóvenes que ingresan a la empresa quienes son acompañados por un tutor para que desde los primeros días conozcan a fondo la organización y desarrollen las destrezas que la compañía busca.
La situación se agrava en las zonas rurales del país
Los cuadros de calidad de empleo y pobreza son más alarmantes en las zonas rurales del país. La informalidad y el empleo no adecuado llegan al 80% del total de trabajadores de estas áreas, de los cuales, el 95,5% de empleados se encuentran bajo el umbral de la pobreza.
Es por ello, que varias empresas han priorizado contribuir con la reducción de esta brecha con programas integrales. Por ejemplo, la Fundación San Luis de Pronaca promueve un programa combinado en Santo Domingo y Bucay que permite que jóvenes culminen su bachillerato. Daniela Ortiz, directora de talento Humano de Pronaca, contó que posteriormente pueden acceder a becas para estudiar en el Zamorano con miras a que se vinculen a la compañía tras esta preparación.
El Ordeño es otra empresa que se enfoca en el desarrollo del sector rural. “Trabajamos con los productores de leche a quienes vemos como empresarios”, dijo Juan Pablo Grijalva, gerente de Desarrollo Organizacional. En ese sentido, promueven la formalidad, la capacitación y la asociatividad para impulsar el desarrollo en el campo.
Danec también se concentra en potenciar y mejorar la calidad de vida de su personal que opera en las zonas rurales del país. Con su modelo de bienestar integral ejecutan programas que se preocupan por la salud, la educación y la inserción laboral, contó Byron Amores, gerente de Talento y Cultura.
Las habilidades técnicas y socioemocionales también deben reforzarse
El mercado laboral no logra una correcta conexión entre la oferta y la demanda de trabajo, principalmente por un desfase en habilidades, capacidades técnicas y socioemocionales. Según la OIT, el 70% de las empresas menciona que los candidatos graduados no presentan habilidades técnicas adecuadas a las necesidades de la. En esta misma línea, el 60% de empleados dice que el sistema educativo no forma para el trabajo en equipo, donde las principales deficiencias que las empresas mencionan que tienen los empleados se encuentran: análisis de información, idioma inglés, resolución de problemas, creatividad, liderazgo, entre otros.
Instituciones como Fundación Telefónica justamente se enfocan en la aceleración de la formación en habilidades blandas adaptadas a las necesidades de las empresas sobre todo en temas tecnológicos e innovación. Javier Alvarado, director ejecutivo, agregó que se enfocan en diferentes sectores como construcción, logística, transporte y turismo.
Por su parte, Lundin Gold, la empresa que opera la mina Fruta del Norte en Zamora Chinchipe, se encontró con algunas trabas para insertar profesionales en su empresa. Ante esta realidad, Juan José Herrera, gerente senior de Sostenibilidad de Negocios, dijo que para maximizar la contratación local crearon diferentes programas de bachillerato, de formación de mujeres para la industria minera e impulso a negocios locales.
Todas estas iniciativas reflejan el rol fundamental del sector productivo en la reducción de las disparidades en el mercado laboral y en el fortalecimiento de la empleabilidad. “En el ámbito privado, comprendemos que impulsar el empleo requiere la creación de un entorno que promueva la competitividad, un esfuerzo que debe involucrar a todos los actores”, concluyó Ana Cristina Avilés.