El 2022 culmina con una estimación de crecimiento económico del 2,7%, según el Banco Central del Ecuador (BCE). Esta cifra es menor en 1,54 puntos porcentuales con respecto a la tasa de crecimiento presentado en el 2021. Sin embargo, se debe considerar que, en 2021, el Producto Interno Bruto (PIB) se recuperó, con un efecto rebote a causa de la caída causada por la emergencia sanitaria de la pandemia del Covid-19.
“En este 2022 se observa una recuperación económica más sostenida tras la pandemia y a pesar de que factores como la guerra entre Rusia y Ucrania, la recesión mundial y alza global de las tasas de interés, afectaron el desempeño económico del Ecuador. Para 2023, el BCE pronostica un crecimiento del 3,1%”, explica Pablo Jiménez, vicepresidente ejecutivo de la Cámara de Industrias y Producción (CIP).
El dinamismo económico de 2022 estaría marcado por un aumento de la formación bruta de capital fijo (inversión pública y privada) que crecería en un 6,8%, y por el consumo de los hogares con un crecimiento del 5%, en comparación a 2021. Por otro lado, se estima que el consumo del Gobierno (administraciones públicas) se reduzca un -0,4%, consistente con la necesidad de fortalecer la posición fiscal.
Datos del Servicio de Rentas Internas (SRI) muestran que también existe reactivación en las ventas del sector privado y que ya superan los niveles alcanzados antes de la pandemia. Para el periodo de enero-octubre de 2022, se registran USD 160.646 millones, esto equivale a un incremento del 37% frente al mismo periodo de 2021, una cifra que es importante y muy cercana a la real toda vez que en este año la inflación llegaría a 3,62%. Es decir, las ventas deflactadas por la inflación aumentarían en un 32%[1].
Para noviembre, diciembre de 2022 y enero de 2023, la Dirección Técnica de la CIP proyecta las siguientes variaciones anuales: 5,7%, -0,2% y 5,8%, respectivamente.
Sin embargo, Jiménez sostiene que esta reactivación aún no se visualiza en una mejora en las cifras de empleo, dadas las características estructurales del mercado laboral. En noviembre de 2022, el empleo adecuado se ubicó en el 35,6%, frente al 60,4% la población con empleo en condiciones no adecuadas. “Si bien es normal que exista una reacción tardía en el empleo frente a una reactivación económica (histéresis), en Ecuador este rezago es más marcado por las características rígidas de la legislación que impiden mayor dinamismo”, sostiene el directivo.
Por ello, la CIP considera que la modernización de la legislación laboral es uno de los pendientes más grandes del Gobierno y de la Asamblea Nacional durante 2023.
[1] El ejercicio de deflación elimina la influencia de la inflación del valor observado de ventas.
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