La Cámara de Industrias y Producción (CIP) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT) realizaron el 19 de mayo el webinar denominado “Discusiones sobre el futuro de la protección social: una mirada desde el sector privado”, donde se abordó la situación y retos de la incorporación de jóvenes a la seguridad social, así como la funcionalidad de los programas de seguro de desempleo para proteger a la población que se encuentra en la desocupación.

El foro contó con la participación de las especialistas de la OIT, Daniela Arias Gutiérrez y Ana Cristina Avilés Riascos, quienes expusieron detalles de las problemáticas que envuelven a los sistemas de protección social.

Al inicio del encuentro virtual, Pablo Zambrano Albuja, presidente ejecutivo de la CIP, describió que, desde antes de la pandemia, los sistemas de protección social en el mundo enfrentan importantes desafíos para su sostenibilidad y el bienestar de la población.

“La crisis económica causada por el covid-19 ahondó las necesidades sociales y se requieren soluciones acertadas. Es aquí donde el sector privado se convierte en un actor clave para la consecución de estas metas, aportando con acciones, propuestas y, ante todo, compromiso”, manifestó Zambrano.

Daniela Arias es coordinadora del Proyecto Interagencial de Naciones Unidas: Expandiendo la Protección Social a Jóvenes en Situación de Informalidad. Explicó que en Ecuador 8 de cada 10 jóvenes trabajan de manera informal, y solo el 26,6% está afiliado al sistema de Seguridad Social.

“A pesar de que la informalidad permite la generación de ingresos en los trabajadores, también invisibiliza el reconocimiento de sus derechos laborales. Generalmente, estos trabajadores no cuentan con la protección social necesaria frente a los diversos riesgos, como accidentes laborales, el seguro de desempleo, entre otros”, refirió Arias.

Por su parte, Ana Cristina Avilés, coordinadora nacional del proyecto de fortalecimiento de los Sistemas de Protección Social en Ecuador, manifestó que de todas las personas asalariadas que perdieron sus empleos en el 2020, solo el 4% pudo acceder a un seguro de desempleo.

“Ningún sistema de proyección social estaba preparado para dar respuesta a una crisis económica como la provocada por la COVID-19 a nivel mundial. Lo que está en cuestión es cómo preparamos a estas herramientas para hacer frente a crisis de magnitudes globales a través de procesos de expansión de cobertura y mejora de su funcionamiento”, resumió Avilés.

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