El deterioro del mercado laboral en Ecuador, consecuencia de la crisis derivada por la pandemia, impacta con más fuerza en las mujeres. De acuerdo con la última Encuesta Nacional de Empleo, Desempleo y Subempleo (Enemdu), publicada por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), que recoge datos de diciembre de 2020, se observa que tan solo 2 de cada 10 mujeres, que fueron parte de la fuerza laboral, tuvieron un empleo adecuado; por lo que la brecha de género en cuanto a acceso a empleos de calidad aún se mantuvo.
Los indicadores ponen en evidencia la desventaja de las mujeres en distintos aspectos. La brecha de género en el desempleo sigue siendo marcada, con una tasa de 6,7% para las mujeres, casi el doble del 3,7% en los hombres.
Otras cifras que retratan la situación de las mujeres es que de los 4,4 millones de personas que conforman la Población Económicamente Inactiva (PEI)[1] 3,3 millones son mujeres.
Frente a este panorama adverso, y en el marco el Día Internacional de la Mujer, que se conmemora el 8 de marzo, la Cámara de Industrias y Producción (CIP) hace un llamado a combatir la violencia contra la mujer y eliminar las brechas de género para cambiar esta realidad.
Carla Muirragui, vicepresidenta ejecutiva de la CIP, manifiesta que el reto ahora, más que nunca, es que haya el compromiso desde las altas esferas de las organizaciones y del Estado, para concretar políticas y acciones que logren cambios permanentes.
La vicepresidenta ejecutiva de la CIP enfatizó que entre algunos de los desafíos que se tienen como país y como región, se puede destacar, el contar con un marco normativo y de política pública enfocado en la lucha contra la violencia y la reducción de la brecha de género; tener proyectos desde diferentes enfoques para reducir las desigualdades, entendiendo los diferentes grupos; por ejemplo, mujeres en áreas rurales, madres solteras, adolescentes, migrantes, etc.
“Además, se debe trabajar en formación y en propiciar los espacios y políticas para cerrar la brecha de género y otro tipo de discriminación. Para lograrlo, es necesario contar con los recursos para su ejecución, y se debe considerar que la igualdad es un buen negocio, por lo que debe ser analizado como una inversión”, expresó Muirragui.
Desde la Cámara de Industrias y Producción se impulsan proyectos que abonan en este sentido. Junto a la Cooperación Técnica Alemana- GIZ Ecuador se realizó un estudio que mide el impacto económico de la violencia contra la mujer, dando como resultado una pérdida anual de USD 1.800 millones para medianas y grandes empresas.
Asimismo, la CIP está comprometida con la sostenibilidad y es parte del programa de Principios para el Empoderamiento de las Mujeres (WEPS, por sus siglas en inglés). Dicho programa se basa en siete principios:
- Liderazgo corporativo por la igualdad de género
- No discriminación en el lugar de trabajo
- Salud y seguridad para trabajadores/as
- Educación y capacitación para las mujeres
- Desarrollo empresarial y de cadenas de suministro
- Igualdad a través de iniciativas comunitarias y cabildero
- Medir y difundir el progreso
[1] Según el INEC, son todas aquellas personas de 15 años y más que no están empleadas, tampoco buscan trabajo y no estaban disponibles para trabajar. Típicamente las categorías de inactividad son rentistas, jubilados, estudiantes, amas de casa, entre otros.