Desde la Cámara de Industrias y Producción (CIP) exigimos una aclaración respecto a la finalidad y el real impacto de las medidas de restricción implementadas desde hoy en la capital, mediante la Resolución No. A004-2021, para el periodo comprendido entre el 22 de enero y el 7 de febrero de 2021.
Si bien estamos de acuerdo con la importancia de reforzar el control a las aglomeraciones, mal uso del espacio público, ventas informales y fiestas clandestinas, creemos que los resultados que se esperan de estas medidas deben ser transparentados por el Alcalde.
Retroceder en los avances, hacia una reactivación económica progresiva y responsable de las actividades económicas en la capital, solo agravará la crisis económica y social, que hoy viven miles de familias en la ciudad. Quito es el cantón con mayor caída en ventas del país desde el inicio de las medidas de confinamiento. Quito concentra el 43,5% de los USD 26 mil millones de caída en ventas, que se registraron en el país en el período marzo-noviembre 2020 respecto a 2019.
La mejor manera de enfrentar la crisis sanitaria que vivimos es tomando medidas que sean consensuadas entre todos los actores de la capital, para -de esta manera- lograr un equilibrio que nos permita mantenernos sanos, pero sin descuidar la reactivación económica.
Desde el sector privado formal insistimos en que el Municipio se concentre en medidas efectivas para el control sanitario. El transporte público debe ser seguro y hoy no lo es. El transporte público es la única opción para la mayoría de quiteños y en lugar de mejorarlo, atenderlo y vigilarlo, en el Municipio se concentran en limitar la circulación de quienes pueden hacerlo en su vehículo propio.
Ante la ausencia de evidencias que demuestren que las restricciones de circulación vehicular funcionan para reducir los contagios de Covid-19, le planteamos al Alcalde que nos sentemos y evaluemos acciones diferentes. Regresar al Pico y Placa, una de ellas.
Asimismo, solicitamos que se fortalezcan los controles a las actividades y aglomeraciones clandestinas. Como ciudadanos tenemos que demandar el respeto para todos. La actividad económica formal, no puede seguir pagando las consecuencias de las expresiones de indisciplina.