Tras 16 años sin acuerdo, en consenso, empleadores y trabajadores definieron el incremento del salario básico unificado (SBU) que regirá para 2017. El diálogo, entre las partes, arrojó como resultado un incremento de USD 9.

Tanto para empleadores como trabajadores, la compleja situación económica del país fue discutida y analizada con detenimiento, habiendo dejado de lado para el ajuste, factores subjetivos que en otros años fueron determinantes como la “equidad”.

A pesar de que las propuestas iniciales presentadas por las partes estuvieron distantes, se cedieron posiciones para privilegiar este resultado, centrado en la inflación proyectada como parámetro para construir consensos a futuro que ayuden a atender problemas del país, como la desocupación y la informalidad.

Este ajuste, el menor en una década (el promedio de los últimos diez años ha sido de 8,9%), reduce graves impactos en los costos de producción de las empresas con miras a recobrar la competitividad del país, mantiene la capacidad adquisitiva de los trabajadores y elimina la incertidumbre que supone un incremento por fuera de la mesa de discusión.

De las 21 comisiones sectoriales, previamente se llegó a un consenso en 16 mesas para que el ajuste en 2017 sea del 2,3% en todas las categorías. Este acuerdo se respetará.  En las 5 mesas restantes (que no existió acuerdo) se aplicará el mismo porcentaje (2,3%) en todas las categorías.

Reconocemos la gestión desarrollada por los delegados del sector empleador en el seno del Consejo Nacional del Trabajo y Salarios, Dr. Xavier Sisa, Director Jurídico de la Cámara de Industrias y Producción; y, Licenciado Rodrigo Gómez de la Torre, Presidente de la Cámara de Agricultura de la I Zona, quienes han canalizado la posición del empresariado y han mantenido amplias consultas con todos los sectores productivos.

Valoramos el apoyo brindado por los Presidentes de las Federaciones de Industrias, Comercio, Construcción, Agricultura y Pequeña Industria, que en calidad de mandantes directos de nuestros delegados ante el CNTS validaron y defendieron la posición del sector empresarial.

Auguramos que la definición salarial de los siguientes años siga un horizonte de consenso sobre la base de la competitividad, de tal manera que contribuya a superar satisfactoriamente el gran reto de Ecuador en esta materia.

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